LIBRO DE RESÚMENES
CONGRESO SOCHIMI 2025

INTRODUCCION. El traumatismo encefálocraneano (TEC) es un problema de salud pública mayor que causa muerte y discapacidad1. El daño cerebral es generado por la lesión primaria y lesiones secundarias. La hospitalización en Cuidados Intensivos con monitorización neurológica estricta, soporte vital avanzado e intervenciones terapéuticas oportunas son vitales. Las secuelas del TEC impactan autonomía y calidad de vida de los sobrevivientes. Reconocer y tratar las complicaciones neurocognitivas (NC)2 es esenciales en el proceso de rehabilitación (RH) global. Las secuelas NC son clave para la reinserción laboral, familiar y social. La RHNC es un proceso complejo y requiere un equipo de profesionales con alta experiencia. La terapia asistida por animales (TAA)3 es una intervención complementaria que integra al plan terapéutico animales entrenados, el animal actúa como facilitador, aportando estimulación cognitiva, emocional y motivacional. La TAA es dirigida por profesionales de salud con un plan de trabajo semiestructurado y objetivos terapéuticos específicos, creando un ambiente cercano y empático que contribuye a la humanización del cuidado. En 2019, Pediatría de Clínica Alemana desarrolló el programa Dogtores para niños hospitalizados: TAA con perros entrenados. Proponemos que la RHCN convencional se beneficia de los efectos agregados de la TAA4. Hemos diseñado un estudio clínico cuyo objetivo es incluir TAA en la RHNC intrahospitalaria postUCI de adultos sobrevivientes de TEC grave. Presentamos caso piloto.

Caso: masculino 18 años, sano. Ingresó 130725 por TEC grave - accidente de tránsito GCS 3-4, sin respuesta a estímulos, anisocoria, rigidez y tono aumentados, hematoma frontocular derecho, edema y equimosis palpebral, múltiples lesiones contusoerosivas en tronco y extremidades. Las neuroimágenes iniciales confirmaron TEC cerrado grave complicado con contusiones, HSA traumática y probable daño axonal. Requirió hospitalización en UCI, soporte vital avanzado y neuromonitorización. En la fase aguda fueron necesarios sedación farmacológica prolongada y tratamiento de las complicaciones. Egresó a intermedio (día 11) con traqueostomía, ERLA nivel V y déficit cognitivo severo. En intermedio se le realizó gastrostomía por trastorno de deglución. La terapia RH iniciada en UCI fue adaptada para adicionar TAA a la RHNC cuyos objetivos terapéuticos fueron: atención y memoria a corto plazo, interacción social, motivación y ejercicios motores asociados a la interacción con el perro. La evolución de la RHNC fue rápida y favorable con ERLA VIII, retiro de la traqueostomía, significativos progresos en fonación, comunicación, deglución y participación activa en la RH. Egresó a cuidados básicos al día 38 en espera del alta para RH ambulatoria.

CONCLUSION: La adición de TAA en el complejo proceso de la RHNC de pacientes sobrevivientes de TEC grave puede ser beneficiosa como herramienta complementaria que agrega motivación y humanización.