Del 11 al 14 de Noviembre de 2025, Pucón, Chile
El sector salud contribuye a la crisis planetaria, es el responsable del 4,4% de las emisiones globales de CO2. Dentro de los hospitales, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) generan una huella ambiental desproporcionada debido a su alto consumo de insumos y energía, lo que a su vez genera toneladas de desechos. En este contexto, en la evidencia se habla de las Green UCIs como los servicios que pueden mantener el cuidado clínico de excelencia, minimizando su huella ambienta. En Chile, la gestión de residuos aún presenta brechas, con baja tasa de reciclaje. Frente a ello, las UCIs se posicionan como áreas estratégicas para liderar prácticas sostenibles. Este trabajo describe la implementación de un programa de reciclaje iniciado en la UCI de un hospital terciario Chileno y su expansión a nivel institucional, con el objetivo de evaluar su factibilidad, resultados y desafíos. Metodología Se realizó la implementación del programa de reciclaje en Clínica Las Condes entre 2019 y 2023. La UCI fue seleccionada como punto de partida por su alto volumen de residuos. Se porcedió a revisar documental institucional, y a hacer análisis cuantitativo de volúmenes reciclados reportados por el área de prevención de riesgos, y observaciones directas de la práctica clínica. Posteriormente se expandió el programa a otras áreas del hospital como maternidad, pabellón obstétrico, urgencias, alimentación y áreas administrativas. Resultados El programa se inició con la instalación de contenedores diferenciados, señalética estandarizada y capacitación al personal. En tres meses se expandió más allá de la UCI, alcanzando servicios clínicos y no clínicos. Entre 2019 y 2021 los materiales reciclados aumentaron de 44.994 kg a 102.579 kg, disminuyendo luego a 91.862 kg en 2022 y 48.300 kg en 2023. En 2022 el reciclaje representó 5,8% de los residuos totales y en 2023 un 4,7%. La composición estuvo dominada por residuos orgánicos (59,3%) y papel/cartón (36,3%). Entre las dificultades identificadas destacaron: resistencia inicial del personal, limitaciones de espacio y variabilidad en la participación entre turnos y servicios. Las estrategias de adaptación incluyeron capacitaciones reiteradas, colaboración con el Comité de Infecciones, ajustes en la ubicación de contenedores y reforzamiento de protocolos. Se implementó un programa de compostaje en alimentación, con distribución de compost al personal, fortaleciendo la apropiación de la iniciativa.
Conclusiones: La experiencia demuestra que implementar programas de reciclaje hospitalario es factible, a pesar de limitaciones de recursos e infraestructura. El liderazgo desde la UCI permitió visibilizar la iniciativa y facilitar su expansión institucional. Para lograr este tipo de estrategias es clave adaptar el programa a cada servicio, participación continua de los equipos y generación de protocolos claros. El programa consolidó una cultura ambiental en los profesionales y sentó bases para integra