Del 11 al 14 de Noviembre de 2025, Pucón, Chile
Introducción: La disfagia orofaríngea es una complicación frecuente en pacientes hospitalizados. Su prevalencia alcanza entre 45–60% en Unidades de Pacientes Críticos (UPC), disminuyendo a 38% al alta de UCI y a 12% al egreso hospitalario (1). En unidades médico-quirúrgicas (MQ), la prevalencia es menor, estimada entre 25–35% (2,3). La persistencia tras el alta incrementa complicaciones y mortalidad, lo que hace prioritaria la pesquisa y el manejo precoz. Para su caracterización se empleó la Food Intake LEVEL Scale (FILS, 1–10), herramienta válida y confiable (4). El objetivo fue comparar la prevalencia y evolución de la disfagia mediante FILS en pacientes ingresados a fonoaudiología durante 2024 en Clínica Alemana Temuco, distinguiendo entre UPC y MQ.
Metodología: Estudio descriptivo y observacional basado en una base de datos de pacientes derivados a fonoaudiología entre enero y diciembre de 2024. Se recopilaron variables clínicas: edad, sexo, diagnóstico de ingreso, servicio (UPC vs MQ), número de atenciones y puntajes FILS inicial y final. Se aplicaron pruebas de χ² y Wilcoxon para comparar grupos y evolución (p<0.05). Se consideró significancia con p<0.05. El estudio fue realizado según criterios éticos de la Declaración de Helsinski.
Resultados: Se incluyeron 303 pacientes: 227 en UPC y 76 en MQ. La edad promedio fue mayor en MQ (73,6) que en UPC (68,6). Hubo diferencias significativas en diagnósticos de ingreso (p<0.001): ACV (94,7% UPC vs 5,3% MQ), neumonía (52,9% vs 47,1%), TEC (100% UPC) y cardiológicos (80% vs 20%). El promedio de días de atención fue similar (4 en UPC vs 3 en MQ; p=0.1654), al igual que el número de atenciones (p=0.1811). La prevalencia de disfagia al ingreso fue elevada en ambos servicios (88,5% UPC vs 88,2% MQ; p=0.1179). Al alta hospitalaria, persistieron con disfagia 80,2% en UPC (4,8% severa) y 85,5% en MQ (13,2% severa), sin diferencias significativas (p=0.0848). La variación entre FILS inicial y final fue mayor en UPC (p=0.0026), con mejoría en 31,7% frente a 14,5% en MQ (p=0.0056). Se observó además una tendencia a mayor vía oral final en UPC (91,2% vs 82,9%; p=0.089) Conclusiones: La prevalencia de disfagia en ambos grupos (88%) superó lo descrito en la literatura (1–3), probablemente por el sesgo de selección de derivación a fonoaudiología. Los pacientes críticos mostraron mayor mejoría funcional en FILS, con diferencia significativa en el análisis pareado, lo que respalda la efectividad de la intervención fonoaudiológica temprana y la necesidad de protocolos estandarizados en UCI. En cambio, en MQ la persistencia de disfagia severa fue más frecuente, posiblemente asociada a la presencia de patologías crónicas y limitación del esfuerzo terapéutico, factores que condicionan una menor evolución funcional. Se requiere fortalecer la pesquisa y la rehabilitación en todos los servicios hospitalarios.
Limitaciones: diseño descriptivo, uso exclusivo de FILS y ausencia de medidas instrumentales.